Escribí "Annie" a finales del 2009, aproximadamente. Está basado parcialmente en alguna situación autobiográfica, inclusive los nombres de los personajes o sus ocupaciones son acrónimos o simbolismos, - aunque después mi mente me llevó por terrenos inexplorados. Annie, como la mayoría de mis textos, no es una narración con un final feliz. Estas historias siempre tienen más que ver con desazones, con amargas enseñanzas o con el simple shock que experimentan los personajes al verse impactados por las cubetadas frías que proporciona la realidad. El texto es simple, sin muchos personajes ni adornos: por un lado nos enfrentamos a un ser humano que debe asumir las consecuencias de sus actos aun a costa de su propia felicidad, y por otra, el eterno dilema entre el statu quo y la posibilidad de, quizá, enmendar o corregir lo que estuvo mal en el camino, aunque al final, la seguridad y la certeza de estar en el camino que ha andado no induzcan ningún cambio, salvo en la forma de una epifanía, o quizá, un cambio apenas de modo de vida, o, como en algunos personajes, la gota que derrama el vaso. Es una de mis historias cortas favoritas, y los personajes me han agradado tanto que he escrito dos y hasta tres segundas partes, de las que no me he sentido plenamente satisfecho. De alguna forma, los personajes de esta narración cobraron vida propia, y no pasa día en el que no me pregunte qué destino debemos darle a Annie y al misterioso protagonista. Espero que disfruten este, el primer cuento corto que he decidido subir a Letras Basura, y, quizá, me puedan ayudar a definir lo que ocurrirá con Annie.
Bienvenidos a Letras Basura.
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